Obsesión amorosa

Terminaste una relación y sientes que ¿No puedes vivir sin tu ex? Llamadas continuas, ruegos, persecuciones…son algunas de las características de quienes se quedan atrapados en una relación amorosa.

No hay nada más difícil y doloroso que ver a alguien que padece de  S.A.A. o Síndrome de Adicción Amorosa. Ya que este síndrome hace que la persona se deteriore tanto física como emocionalmente, pues siente que su vida sin la otra persona no tiene sentido.

La obsesión amorosa está directamente relacionada con la inseguridad y la falta de autoestima.  Pues nadie es tan indispensable  como para morir por él. Incluso muchas personas  acabarían desenamorándose de esa persona si la tuvieran a sus pies. Se trata de un comportamiento obsesivo que esconde otro tipo de problemas, una gran insatisfacción consigo mismo y un gran miedo a la soledad.

Si se consigue valorarse tanto como  a la persona querida, la dependencia psicológica empezaría a desvanecerse. Por eso la primera tarea de una persona con esta obsesión es empezar a trabajar su autoestima. Para ello hay varias cosas que puede hacer: Comenzar  por realizar aquellas actividades y cosas que le gustan y que le hacen sentir segura y valiosa. Intentar ampliar  su círculo de amistades.  Romper todos los vínculos con esa persona; esto es muy importante: deshacerse de todo lo que recuerde a la persona amada, no llamarla ni intentar contactar con ella ya que de esta forma, la química cerebral que se despierta con el enamoramiento irá menguando y se superará el síndrome de la adicción al ex. ¿Te parece imposible? No lo es, sólo tienes que quitarle a tu pareja el poder que tú misma le has dado. Te has acostumbrado a dar y a esperar, y él a recibir y manejarte a su antojo… porque tú se lo permites.
Y en realidad, esta actitud, está frenando tu vida, ya que te impide conocer a otras personas que pueden aportarte mucho más, te está limitando tu desarrollo personal y social, y te aparta de las innumerables situaciones y vivencias agradables de las que podrías disfrutar.

Claudia Campos. Ps.MHS