Disfunción Eréctil: asunto de dos

Desconcierto, ira, frustración, temor, ansiedad, depresión… todos estos sentimientos y probablemente muchos más; son los que experimenta un hombre cuando tiene problemas con su erección. No importa si esta es debida a causas orgánicas o psicológicas o una mezcla de las dos como suele suceder; los sentimientos generalmente son los mismos.

Es importante conocer que la gran mayoría de los hombres  en algún momento de sus vidas, no importa su edad, han perdido la erección justo en el momento de la relación sexual (coito), y aparentemente sin motivo o causa alguna. Hecho que para algunas mujeres es incomprensible y motivo de enojo y reproches hacia su compañero.

Cuando estos conflictos se dan entre una pareja es muy posible que los hombres se llenen de ansiedad y temor, anticipando en cada encuentro un posible “fracaso sexual”.

Por eso es necesario que tanto hombres como mujeres entiendan que  la perdida de la erección  durante una relación sexual, cuando esta se presenta de manera aislada,  puede tener causas tan simples como un pensamiento amenazador que se atraviesa, o algo que resulta molesto. Pero si se le da demasiada importancia puede repetirse, por la ansiedad que genera cada encuentro.

Sin embargo aunque la disfunción eréctil es un trastorno de hombres, sus consecuencias no se limitan al sexo masculino. Una mujer cuya pareja es impotente puede sentirse poco deseada, poco atractiva o amada, e incluso puede sentir temor de que hay otra persona en la vida de su compañero o que  la chispa de la pasión se ha apagado completamente. Es así como ella vacila en tomar la iniciativa o pedirle a su pareja que satisfaga sus demandas sexuales. Y los hombres, inhibidos por la vergüenza que les provoca la situación, tratan de resolver su problema evitando simplemente todo contacto físico.

Cuando el problema de erección es ocasional y desaparece, probablemente no afectara a ninguno de los dos miembros de la pareja;  pero cuando el problema se vuelve crónico, entonces la relación sexual y de pareja se puede deteriorar rápidamente, a menos que alguno de los dos decida enfrentar la situación.

Aunque hoy en día se sabe que la gran mayoría de los casos de disfunción eréctil, responden muy bien a terapias medicas o psicológicas, muchos hombres esperan meses e incluso años, antes de buscar ayuda profesional o simplemente no la buscan. Y todo por que cultural y socialmente se ha enseñado a hombres y mujeres que la virilidad, la potencia sexual, el amor y los buenos amantes se miden solamente por sus erecciones.  Y que cuando esta falla, hay que ocultarlo. Es mas, los hombres muchas veces hasta se niegan a discutir el problema con su pareja.

Ante esta situación es importante que tanto los hombres como las mujeres, entiendan que la impotencia es una situación que afecta a ambos miembros de la pareja, ambos son los protagonistas del acto sexual y alguno de los dos tiene que dar el primer paso para hablar acerca de lo que esta pasando. No dejar que la disfunción eréctil, surja entre ustedes como un fantasma, que interrumpe su vida intima de manera drástica. Una vez que el problema es aceptado entre ustedes, lo más importante es buscar la ayuda de un especialista quien les ayudara a entender lo que esta sucediendo, hará los exámenes médicos necesarios para saber cual es la causa y el mejor tratamiento para su condición.

Con la orientación medica y/o  psicológica debida, las parejas pueden llegar a ver la impotencia sexual del hombre de manera mas objetiva y no como una tragedia insalvable, o como algo que hay que ocultar por vergüenza.

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