Afrodita la gran ausente: Qué hacer cuando el deseo sexual baja?

Cada día para quienes trabajamos en el campo del amor y la sexualidad es más preocupante ver como hombres y mujeres, no importando su edad, están padeciendo de falta de deseo sexual. Es mas, en sus vidas de pareja no hay erotismo, pasión… es como si la diosa Afrodita se hubiera tomado unas vacaciones.

Es natural que el deseo sexual varié en diferentes momentos de nuestra vida. La fatiga, el estrés, los conflictos de pareja, las responsabilidades o la enfermedad son algunos factores que provocan la pérdida de la libido o deseo. Si esto es algo temporal, no hay por qué preocuparse, pero si persiste puede dar lugar a malestares en la pareja e incluso hasta destruir la relación. Por eso es tan importante que prestes atención a esas señales de S.O.S que podrían salvarte a tiempo y preparar un buen plan de rescate a  esa diosa del sexo que todos llevamos dentro.

Para ello, es importante  entender que el deseo sexual no es algo lógico, se trata de una química que tiene su origen en la mente y que nos empuja a tener relaciones íntimas. Científicamente, está determinado por la hormona testosterona, que, aunque tradicionalmente adjudicada al sexo masculino, también está presente en la mujer, eso sí, en menor cantidad. Por eso las diferencias entre el sexo femenino y el masculino a la hora de enfrentarse al sexo. Igualmente la mayoría de los hombres que sufren de falta de deseo lo atribuyan a factores físicos, por lo que pueden ser curados con medicación. Mientras que las mujeres,  atribuyen la falta de deseo a la calidad de sus relaciones de pareja, al amor o desamor  y otros aspectos emocionales.

Se sabe que las parejas que llevan mucho tiempo juntas suelen enfrentase en algún momento de su relación a una inevitable falta de deseo. Las causas que pueden provocar un desplome en la libido son numerosas y muy variadas. Desde razones emocionales, hasta del tipo hormonal, sociocultural y fisiológicas, o una combinación de ellas. Estrés, fatiga, cansancio, maternidad, complejos, conflictos en la relación, enfermedades como la diabetes o la hipertensión, incluso problemas monetarios, el trabajo o la anticoncepción, son sólo algunos de los factores desencadenantes de esta situación.

Lo importante ante esto es aceptar la situación y buscar la causa, pero sobre todo no creer que porque el impulso esté dormido, es que el amor ha huido. La inapetencia sexual no tiene nada que ver con querer o no a una persona. Se puede estar enamorada de alguien y desear a otro o simplemente no desear, porque los mecanismos que desencadenan este instinto animal son complejos y no se rigen por normas sociales. Lo correcto sería que amor y deseo fueran de la mano, pero en ocasiones no es así.

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