Para muchas personas consumir antojitos poco nutritivos como dulces o chocolates en esta época del año es quizás uno de los pocos placeres en medio del corre corre de la época. La buena noticia es que no hay porque preocuparse tanto, pues hoy la ciencia nos explica que no solo se trata de caprichos de la época, sino que el consumo de chocolate en estos tiempos específicos eleva el estado de ánimo ya que activa la actividad de muchos neurotransmisores diferentes en el cerebro.
De hecho, hoy existe toda una gama de investigaciones destinadas a entender la conexión que hay entre el azúcar y el almidón contenidos en alimentos ricos en carbohidratos que refuerzan unas poderosas sustancias químicas del cerebro llamadas serotonina y endorfinas encargadas de producir sensaciones agradables en el cerebro y que funcionarían también como calmante del dolor. De esta manera, el cerebro pide esta “droga” de azúcar y grasa a fin de mitigar el malestar, como ocurre frecuentemente con ese antojo de chocolate, del cual muchas personas suelen ser víctimas.
Claro que no se trata de escudarse bajo estas investigaciones para “activar”, “calmar” o “relajar” su estado anímico y subir unos cuantos kilos. Los nutricionistas sugieren que el mismo efecto cerebral lo puede obtener comiéndose un par de rebanadas de pan de trigo entero o galletas integrales. De acuerdo a esto, si selecciona adecuadamente lo que come podría modificar de tal manera su estado anímico que llegue a tener realmente el control de su vida.
Aun faltan muchas investigaciones para comprobar los beneficios de esta combinación tan particular entre el chocolate y el estado de animo … pero lo que si es cierto, es que saborear, oler y sentir un trocito de chocolate de vez en cuando genera una maravillosa sensación de placer.
Claudia Campos. MHS