Vivir en pareja es una de las experiencias más lindas que podemos vivir, pero a la vez una de las más complejas. Y es que son múltiples los factores que hacen que con la convivencia entre el desanimo, la aburrición, el desamor y la tan temible rutina.
Si tu y tu pareja son de aquellas personas, que hablan más de lo que pasó anoche en la televisión, de los niños, que de su relación y sus vidas, cuidado esto podría indicar que están cayendo en la conocida rutina. Si los dos se sienten aburridos estando juntos y prefieren hacer otras cosas menos pasar un tiempo juntos, es hora de tomar medidas al respecto, antes de que sea demasiado tarde.
El primer paso para solucionar este “aburrimiento” es darse cuenta de que la monotonía no es algo secundario, y debes evitarla porque va erosionando tu relación, volviéndola frágil, convirtiéndola en una “convivencia tolerada” y haciendo que caigan en la apatía.
Para vencer la rutina, no basta con modificar su mundo interior, sino que también deben cambiar algunas circunstancias externas: Sean creativos, arriésguense a que pasen cosas nuevas, permitan que las pequeñas sorpresas surjan en su vida cotidiana, porque satisfacen tanto a quien las recibe como a quien las da. También les conviene cambiar de escenarios, personas y actividades que frecuentan en pareja.
Es cierto que hay parejas que pasan 14 horas en la oficina, otras que trabajan en turnos cruzados y sólo se ven un rato en la mañana y otras que dedican el mayor tiempo de la semana y el fin de semana a trabajar y planear cosas. Y es que la mayoría de nosotros no podemos dejar nuestro trabajo o quitarnos responsabilidades de encima, así que lo mejor es planear pequeñas citas con la pareja. Ya sea encontrarse para comer, hablar durante 20 minutos al final del día o intentar tomar el desayuno juntos. Planea una salida en la noche, ya sea una vez a la semana, cada dos semanas o cada mes. Lo importante es salir de la casa, nunca invitar a nadie más y principalmente no ir a ninguna forma de entretenimiento en donde los dos miren hacia el mismo lado y no puedan hablar como el cine. Vayan a jugar bolos o billar, o a bailar.
Vencer este enemigo de la relación requiere de trabajo en equipo, de constancia y disposición para volverse juguetón y creativo.
Pero ante todo nunca olvidar que amarse y aburrirse son dos palabras que no van juntas. Dicen que las parejas no mueren de amor, sino de falta de creatividad, y esto pasa con más frecuencia de lo que te imaginas. Pero tú y tu pareja pueden evitar que el hastío se instale en su relación.
Claudia Campos. MHS.