A media luz…

Es muy difícil encontrar seres humanos que no sientan la necesidad de gozar de un ambiente especial, cuando de intimidad se trata.

Un elemento que facilita el deseo es el poder fantasear con situaciones especiales, rituales  o ceremonias que le imprimen al momento una sensación de misterio, romanticismo o aventura.

Para muchos es necesario que la situación tenga características especiales, la media luz, olores o fragancias producidas por velas o inciensos, comidas o bebidas especiales, la música suave o sensual, pero invitadora. Todos estos pueden ser elementos que enriquecen el momento y exacerban el deseo.

Desafortunadamente  para algunas personas la relación sexual es una actividad más de su cotidianidad, sin duda satisfactoria, pero forma parte del mundo diario tal y como se presenta, para ellas la expresión del deseo es más directa y es mucho menos necesario otro tipo de requisitos, como el ambiente, por ejemplo.

Sin embargo esta comprobado que hombres y mujeres que hacen de sus relaciones sexuales, un ritual de magia y romanticismo, anhelan y desean cada encuentro con su pareja.

Tan solo se necesita creatividad y la disposición para favorecer su intimidad y hacer de ella algo más que una cama. Es por eso existen aromas, colores y materiales,  como la seda para cubrir la cama,  los baños previos con esencias aromatizadas, las velas que predisponen a hacer de  la intimidad  una ocasión muy especial, no importa la frecuencia.

Cuando la relación sexual empieza y termina de manera agradable, esto aumenta el deseo, predispone e invita a una nueva situación de intimidad.

Atrévete a cambiar, a imaginar, a jugar…  No te arrepentirás

Claudia Campos, Ps, MHS

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