Agotamiento emocional

Eres una de esas personas que continuamente te estas exigiendo hacer todo bien, que quieres estar fuerte y ser fuerte en todo momento… CUIDADO! Pues puedes estar sufriendo de agotamiento emocional.

El agotamiento emocional es un estado de sobrecarga ante el estrés. Y no solo hablo de exigencias profesionales, sino también de la carga de asumir conflictos, responsabilidades o estímulos emocionales propios y de otros.
El agotamiento emocional no aparece de la noche a la mañana. Es un proceso que se va desarrollando lentamente hasta que llega un punto en que colapsa, y es ahí cuando aparecen sus consecuencias. Por lo general puede aparecer como fatiga mental, acompañado de gran fatiga física. La persona puede sentir una sensación de pesadez, una incapacidad para seguir avanzando, se cae en una inercia de la que es difícil salir.

Por lo general este agotamiento emocional surge cuando se produce un desequilibrio entre lo que damos y lo que recibimos. Las personas que sufren de este agotamiento son generosas, dan todo lo que pueden de sí mismas en el trabajo, en el hogar, en la pareja o en cualquier otro ámbito de su vida. No tiene tiempo para ella y no recibe reconocimiento, afecto o consideración suficiente: se espera que esté siempre presente, como si no tuviera necesidades o problemas, como si ella fuera más fuerte que todo el resto y pudiera soportarlo todo.

Los primeros síntomas de agotamiento emocional reciben poca importancia a pesar de que reconocerlos nos permitirían manejar la situación a tiempo.

• Agotamiento físico: La persona se siente permanentemente cansada. Cuando se despierta, siente que el día será una montaña para escalar.
• Insomnio: La persona tiene dificultad para dormir porque siempre tiene problemas que giran en su cabeza y le impiden dormir.
• Irritabilidad: Se enoja y pierde el control de sí misma con recurrencia. La persona está de mal humor y sensible a cualquier crítica o gesto de desaprobación.
• Falta de motivación: La persona que sufre de agotamiento emocional actúa mecánicamente, como si continuara haciendo lo que hace todo el tiempo.
• Pérdida de interés y entusiasmo por actividades que antes eran apreciadas.
• Distanciamiento emocional: Las emociones son cada vez más planas, como si sintiéramos cada vez menos cosas.
• Pérdida de la memoria: Una saturación de información y / o estímulos da lugar a frecuentes descuidos. La persona olvida fácilmente las pequeñas cosas.
• Dificultades para pensar: La persona se confunde fácilmente. La actividad más ligera requiere más tiempo que antes, y razona más lentamente.

La mejor manera de superar el agotamiento emocional es obviamente descansar, encontrar tiempo libre para relajarse y estar tranquilo. Entender que es urgente tomarse una vacaciones, unos días para descansar.
Es esencial aprender a dejar de lado el perfeccionismo o la obsesión de querer controlarlo todo.

Finalmente, es muy importante ser consciente de uno mismo. Para esto, lo ideal es tomarse un poco de tiempo cada día para estar solo: respirar, reconectarse con uno mismo, con los deseos de uno. Es fundamental desarrollar una actitud de comprensión y amabilidad hacia uno mismo. Si no lo hacemos, tarde o temprano no podremos continuar.
Si te sientes agotado emocionalmente, y sientes que solo no puedes salir de esto no dudes en ponerte en contacto con un psicólogo o psicóloga quien te ayudara a salir de este agotamiento y encontrar nuevamente el rumbo de tu paz y de tu vida.

Claudia Campos. MHS

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