Navidad y Año Nuevo, son festividades que, potenciadas por la publicidad, los programas de TV y el ambiente en esos días, se relacionan con la felicidad. Por lo tanto si la “felicidad” no se obtiene, lo lógico es que se manifiesten la tristeza y la depresión.
Sin embargo es importante hacer una diferenciación entre la tristeza simple y la depresión. Los síntomas clásicos de la depresión son: fatiga extrema, aumento o pérdida del apetito, incremento o disminución de peso, disminución del deseo sexual, exceso o perdida del sueño, disminución en la capacidad de concentración, tristeza intensa, ansiedad o irritabilidad, aislamiento, sentimientos de culpa hasta pensamientos incontrolables sobre muerte y suicidio. Y estos síntomas, no aparecen la noche del 24 de Diciembre y terminan en la mañana del 2 de Enero. La “depresión de las fiestas” es un estado de ánimo que comienza un mes antes hasta un mes después de las mismas.
Las mujeres solas y los adultos de la tercera edad son los grupos de mayor riesgo, debido a que se deprimen porque se sienten solos, abandonados e incapaces de participar en los arreglos y preparativos o en los quehaceres que tienen que ver con las fiestas. Los pacientes en tratamiento de depresión son, desde luego, otro grupo sensible.
Una persona que se deprime en estas fechas quisiera dormirse durante semanas para evitar las reuniones familiares, los balances personales y la frustración por no haber cumplido sus objetivos propuestos. El fallecimiento de un familiar, la ruptura con la pareja, metas personales no alcanzadas, falta de dinero, recuerdos desagradables, la lejanía de seres queridos, hacen que un grupo de la sociedad se aísle de su entorno.
Si eres propenso a sentirte deprimido, no pienses que la “magia” de la Navidad cambiará a tus familiares que te han herido. Si no han demostrado a lo largo del año, señales de cambio, seguramente que no lo harán en estas fiestas. Si quieres ahorrarte un golpe más sobre tu herida, toma distancia.
Por otro lado, si lo que te deprime es la carencia de cosas o personas, busca recordar todo lo positivo que pasó este año y no te centres en lo negativo. Es frecuente que, las personas más melancólicas, tiendan a ver el lado negativo de las cosas y las relaciones, generando así una sensación de vacío. Haz memoria de las muestras de amor y cariño de los familiares y amigos que están lejos o fallecieron.
Conviene recordarte que si estás atravesando por un problema de depresión o conocen algún amigo o familiar con este problema, puedes pedir orientación y consejería. La depresión es una situación seria que requiere atención profesional.
Pero lo mas importante es que NO ESTAS SOLO… siempre hay una mano amiga y ángeles en nuestro camino a los cuales les importamos…solo dales la oportunidad de estar en tu vida.
Claudia Campos. MHS